HISTORIA Y CULTURA

Coronas y cruces fúnebres: los símbolos de la vida eterna y la resurrección en el Día de Muertos

Cuando fallece alguien es común ver ornatos florales para la ocasión. En el Día de Muertos, tanto coronas como cruces fúnebres también son empleados para honrar a los difuntos. Conozcamos más sobre estos símbolos tan comunes en estas fechas.

A 27 de octubre del 2024.- Los ornatos florales son un elemento importante cuando se celebra un funeral. Son un sentido homenaje para la persona que ha muerto. Sin embargo, no es la única ocasión en que coronas y cruces fúnebres son empleadas. Durante el Día de Muertos, también son depositadas en las tumbas de los seres queridos que han partido. Representan una cosmovisión y una interpretación religiosa del más allá que está fuertemente arraigada en nuestra cultura.

Historia de los homenajes florales

Las flores han sido usadas como elemento funerario desde los albores mismos de la humanidad. Y es tanto así, que en los restos fúnebres de un Neanderthal (esa otra humanidad extinta hace miles de años), se encontraron flores dispuestas en su lecho de descanso eterno.

Muchas excavaciones arqueológicas han evidenciado que las flores eran utilizadas en rituales funerarios entre diversas civilizaciones del mundo. En la antigua Grecia y Roma, así como en el milenario Egipto, se empleaba una corona floral para brindar protección divina.

Por otro lado, en la antigua Mesoamérica, las flores eran usadas como ofrenda para los dioses y para los difuntos. En tumbas y depósitos de sacrificios, se han hallado continuamente restos de ellas. Un caso relevante son los cuatro ramos intactos encontrados en un túnel bajo los complejos de La Ciudadela y la Pirámide de Quetzalcóatl en Teotihuacan. Tienen 2000 años de antigüedad, y es otro testimonio de su empleo ritualístico.

Coronas y cruces fúnebres en el cristianismo y el Día de Muertos

El cristianismo, desde su nacimiento y hasta la actualidad, también emplea arreglos florales para sus ceremonias funerarias. En la iglesia católica es muy común; a través de ella fue que estos ornatos llegaron a México. En la época virreinal, tanto en los funerales como el Día de todos los Santos y el Día de los Fieles Difuntos, eran usadas como homenaje para los que han partido al más allá.

A pesar de que en el Día de Muertos está presente la conjunción de la celebración católica con elementos mesoamericanos (como el uso de las flores de cempasúchil), así como tradiciones asiáticas y africanas, el uso de las cruces y coronas fúnebres guarda todavía un fuerte simbolismo cristiano.

Y es que la forma de las coronas simboliza la vida eterna para los creyentes que han muerto. Por otro lado, la cruz no solo indica que los difuntos eran fieles católicos, sino que también representa la promesa de la resurrección, simbolizada por el mismo Jesucristo. Estos ornatos de flores bendicen y acompañan a los muertos en su tránsito a otro plano.

Durante el Día de Muertos, las cruces y coronas fúnebres son dejadas en las tumbas de los difuntos en cada cementerio del país. Además de los ramos de cempasúchil, es común ver estos arreglos florales con la imagen de la Virgen, de algún santo o de Cristo mismo, en el centro de ellos. Suelen estar hechos con flores naturales o de plástico, además de listones y otros materiales. De esta manera, se recuerda y bendice a los que han muerto. También se cree que estos ornamentos purifican el alma de los difuntos.

Fuente: MX DESCONOCIDO

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