HISTORIA Y CULTURA

«El panadero con el pan»: los vendedores de pan en triciclo, un clásico citadino de México

En la Ciudad de México y otras urbes del país, no faltan en la mañana y en la noche los vendedores de pan en triciclo, los cuales ofrecen lo mejor de la panadería mexicana a chicos y grandes.

A 10 de octubre del 2024.- Desde la Ciudad de México hasta otras urbes del país. En cada una de ellas ya se ha vuelto una tradición de todos los días. Tanto chicos como grandes esperan con emoción a que suene una corneta o una grabación que anuncie su arribo. Se trata de los vendedores de pan en triciclo. Con deliciosos bizcochos rebosando en canastas, los mexicanos tienen en estos estimados vendedores un práctico acceso a lo mejor de cada panadería de los barrios y colonias nacionales. Pero ¿desde cuando existen estos surtidores de rico pan?

El origen de los vendedores de pan

Para conocer el origen de los vendedores de pan en triciclo, tenemos que remontarnos siglos atrás, al mismo origen e historia de la panadería en nuestro país. Tras la conquista, llegaron a México nuevos ingredientes y platillos. Proveniente de toda Europa, hizo acto de aparición el pan de trigo, el cual fue adoptado rápidamente en cada ciudad de la entonces Nueva España.

Desde la época virreinal, en las panaderías se elaboraba una enorme variedad de panes. De ellas salían los repartidores con el pan acomodado en un gran cesto que cargaban sobre la cabeza para ofrecerlo por las calles, a pie. Dicha costumbre perduró y llegó al México Independiente del siglo XIX.

El Porfiriato y la llegada de la bicicleta

La llegada del régimen de Porfirio Díaz no solo modernizó al país, también trajo consigo cambios y varias novedades. A inicios del siglo XX, a la panadería mexicana no solo llegó la fuerte influencia de la pastelería francesa (dando forma a muchos de nuestros panes favoritos), sino también arribaron las modernas bicicletas, lo cual cambió para siempre la forma de repartir panes en las distintas ciudades de México.

A partir de ese momento, fue común ver al vendedor de pan pedaleando su bici, mientras sostenía con su cabeza una enorme cesta con la ingente cantidad de bocadillos. Ya no se necesitaba caminar, sino que el vehículo de tracción humana facilitaba las cosas. Durante décadas, fue la forma más común de vender panes fuera de los expendios especializados. La estampa más icónica de este oficio fue sin duda la que legó Germán Valdés Tin-Tan en la película ¡Ay amor…cómo me has puesto! de 1951. En dicho filme, aparece encarnando a uno de estos vendedores, que alegremente canta la canción «El panadero con el pan» en las calles de la Ciudad de México.

Los vendedores de pan en triciclo

Es relativamente muy reciente la incorporación del triciclo, el cual prácticamente ha sustituido a la bicicleta. Los vendedores de pan lo han hecho no solo para facilitar el transporte del delicioso producto, sino también para aumentar la cantidad de pan que ofrecen. Además con el nuevo vehículo, ahora pueden vender más cosas. Sin duda alguna, la más sobresaliente y socorrida de ellas es el café recién hecho y muy caliente.

Es así que en cada calle o en la entrada de escuelas, sitios de trabajo, paraderos o estaciones del metro, ahora encontramos a los vendedores de pan en triciclo. Al amanecer, o durante las primeras sombras del anochecer, escuchamos su arribo gracias a su clásica corneta, o con la grabación de Tin-Tan cantando «El panadero con el pan». Este oficio se ha vuelto parte de nuestro imaginario social y popular; tratar de concebir a las ciudades de nuestro país sin ellos es simplemente imposible.

Fuente: MX DESCONOCIDO

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