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La historia de Chiquidrácula, el vampirito que nos daba ‘mello’ en los 80

Chiquidrácula daba más risa que miedo, contaba chistes malos, su humor era blanco, nunca logró chuparle la sangre a nadie y a pesar de todo ha sido el mejor vampiro que ha tenido México.

A 04 de junio del 2024.- Es posible que una de las razones por las que más añoramos los ochentas en México sea porque era un momento, un país, más fácil de comprender, menos complejo que el actual. Para muestra de tal hipótesis está Chiquidrácula, un personaje de humor sencillo, pero que logró quedarse en el aprecio y memoria de millones

En cada episodio de Chiquilladasprograma de televisión en donde Chiquidrácula se dio a conocer masivamente, el pequeño vampiro aparecía repentinamente para asustar a algún niño con un: “¡bú!, ñaca-ñaca, sintieron mello”. Luego, casi de inmediato, empezaba a contar un chiste simplón, que él mismo calificaba de “sangrón”. 

Chiquidrácula, el de los chistes «sangrones»

No obstante casi todo le salía mal a este pequeño vampirito, pues con frecuencia terminaba siendo víctima de sus víctimas. Pero, pese a la sencillez del acto, este personaje de Carlos Espejel, tal vez sea uno de los más recordados de Chiquilladas

El primer bosquejo de lo que sería Chiquidrácula llegó cuando Espejel tenía solo tres años. A esa edad la mamá del actor lo vistió de Drácula para una convivencia en la empresa propiedad de su padre. 

Sobre cómo inventaron a Chiquidrácula

Pero aquel disfraz hubiera quedado solo como una anécdota infantil si no es porque cuatro años después, le dieron la oportunidad de realizar un sketch vestido de vampirito dentro del programa Sábados Efectivos

En tal sketch participaron, haciendo el papel de sus padres, los actores María Alicia Delgado Raúl “Chóforo” Padilla.

Chiquidrácula en la película Chiquidrácula

Conociendo que el infante Carlitos era bastante gracioso disfrazado de Drácula, fue llamado para hacer el personaje dentro de Chiquilladas. Se convirtió en un hit con todo con todo y su humor infantil, inocente, simple y blanco. 

Ya habiendo sido aceptado por el público de la pantalla chica y con Pedro Fernández pasando a la adolescencia, a los productores se les ocurrió convertir a Carlos Espejel en la nueva estrella de las infancias.

Por eso filmó la película Chiquidrácula, en donde el pequeño vampiro hizo el papel de un niño que, en busca de librar a su abuelo (“Resortes”) del alcoholismo, lo asustaba para que dejara de beber. 

Chiquidrácula retrató el México previo al terremoto del 85

Fue un franco fracaso, o para no vernos tan crueles, fue un film que no convirtió a Espejel en la estrella infantil esperada, así lo consignó la revista Cine Mundial

Fuente: MX DESCONOCIDO

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