LA GUADALUPANA Y JUAN DIEGO
CDMX, 11 de sep, 2024,- «El culto a la virgen de Guadalupe tiene su origen en un santuario prehispánico del cerro del Tepeyac, dedicado a la diosa Tonantzin: En 1525, el recinto fue convertido por los frailes, dedicado a la virgen María. Para dar culto, la colocaron como Inmaculada Concepción, realizada por un indio de nombre Marcos y se atribuyeron poderes milagrosos.
Durante las primeras décadas la ermita fue visitada por indígenas, pero a mediados del siglo XVII, el culto a la virgen del Tepeyac se extendió a todos los grupos sociales y en la segunda mitad del siglo XVI, surgió entre indígenas educados a la usanza española una leyenda que daba cuenta del origen de la ermita y de la milagrosa imagen.
La leyenda conjuga las dos tradiciones que confluyen en la cultura mexicana: la española y la indígena. Así, a la vez que se inscribe en el marianismo hispánico, fincado en el poder de las imágenes, y sigue un desarrollo narrativo parecido a las leyendas marianas españolas, contiene numerosos elementos de raigambre indígena que lo sitúan dentro de la tradición de los pueblos prehispánicos.»
El Beato Juan Diego, que en 1990 el Papa lo calificó como «el confidente de la dulce Señora del Tepeyac» el 8 mayo 1990, según una tradición bien documentada nació en 1474 en Cuauhtitlán, entonces reino de Texcoco, perteneciente a la etnia de los chichimecas. Se llamaba Cuauhtlatoatzin, que en su lengua materna significaba «Águila que habla», o «El que habla con un águila».
Ya adulto y padre de familia, atraído por la doctrina de los Franciscanos llegados a México en 1524, recibió el bautismo junto con su esposa María Lucía. Celebrado el matrimonio cristiano, vivió castamente hasta la muerte.
De su esposa, fallecida en 1529. Hombre de fe, fue coherente con sus obligaciones bautismales, nutriendo regularmente su unión con Dios mediante la eucaristía y el estudio del catecismo.
Fue Miguel Alemán, presidente del país, quien instituyó la celebración de la Guadalupana.
FUENTE: Instituto de Investigaciones históricas y www.vatican.va
